9 may 2019

UN MILLÓN DE MANOS PARA DECIR NO A LA GUERRA CONTRA LA INFANCIA


No a la guerra contra la infancia es una campaña de Save the Children que pretende sensibilizar sobre la importancia de preservar a la infancia de los conflictos armados. Los menores que viven conflictos bélicos se enfrentan a secuelas psicológicas y físicas inimaginables, pasan hambre, son víctimas de enfermedades que se podrían prevenir y no asisten a la escuela; cada vez más niños y niñas corren peligro de ser víctimas de la violencia sexual y del reclutamiento por parte de los grupos armados y, cada vez más, quedan atrapados en la línea de fuego sin acceso a la ayuda humanitaria.
16 de mayo, primer recreo, en el patio.

Lectura del manifiesto y fotografía de grupo levantando nuestras manos para decir no a la guerra contra la infancia.


NUESTRAS RAZONES:

Nunca en los últimos 20 años ha habido tantos niños y niñas viviendo en áreas afectadas por los conflictos armados y nunca antes en la historia ha habido tantas vulneraciones a los derechos de la infancia. Esta es la conclusión a la que ha llegado “Save The Children” tras realizar el informe “No a la guerra contra la infancia”. 


Uno de cada cinco menores en todo el mundo, aproximadamente 420 millones, viven en zonas de guerra; 30 millones más que en 2016. Del total de niños y niñas en situaciones de conflicto, 142 millones viven en las denominadas “zonas de guerra de alta intensidad”, es decir, aquellas en las que los enfrentamientos provocan más de mil muertes al año. 

MUEREN MÁS NIÑOS Y NIÑAS QUE SOLDADOS 
El informe revela que los 10 países en los que la infancia ha sido más castigada son Afganistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Irak, Mali, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen. En estos países, al menos 870.000 personas han fallecido entre 2013 y 2017 por las consecuencias indirectas de la guerra, como la desnutrición, las enfermedades o la falta de agua, saneamiento y atención sanitaria. De esta cifra global, 550.000 eran niños y niñas menores de cinco años, una media de 100.000 muertes al año. 
Con el total de los datos disponibles, hemos calculado el número de soldados fallecidos en estos países durante el mismo periodo (2013-2017). El resultado es impactante: hubo 175.000 soldados muertos frente al más de medio millón de niños asesinados. Las cifras ponen de relieve que la población civil y, en especial la infancia, se ha convertido en un blanco.

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